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El Caballo Lusitano

Historia

 

El origen del caballo lusitano viene del año 25.000 A.C. con su ancestro más primitivo, el caballo Sorraia. Se cree que este fue desarrollado a partir de cruces entre el caballo ibérico nativo y caballos provenientes del oriente y norte del Africa. El caballo Sorraia permaneció aislado por miles de años en la parte Sur de la península ibérica en las regiones que hoy conocemos como Portugal y España.

Existen evidencias del período neolítico (4000 A.C.) donde tribus nativas utilizaron caballos en la guerra. Alrededor del 3000 A.C. las tribus del Norte de Africa invadieron la península. Este caballo comenzó a ser montado en este período evolucionando con las diversas influencias de las civilizaciones que habitaron la Península Ibérica.

 

La raza lusitana se originó ante la necesidad de disponer de numerosos caballos de montura. El primer volumen del libro genealógico Portugués de Equinos comenzó en 1967 (El Stud Book Portugués había sido creado en 1889).

El nombre Lusitano viene del pueblo que habitaba la parte oeste de la Península Ibérica. Más tarde, en 27 A.C. fue creada la región Lusitania, una región administrativa Romana que se situaba entre los ríos Douro y Guadiana.

Al final de su reinado, en 1748, don Juan V de Portugal, incentivado por su hijo don José I, instituyó una caballería real ubicada al norte, en el área llamada Alentejo, pues la casa de Braganza disponía de grandes extensiones de terreno y fue ahí donde se escogió la Coutada Do Arneiro, junto a la Villa de Alter Do Caho, como finca para preparar un criadero de caballos portugueses.

 

De España se importaron un grupo de yeguas reproductoras y de sementales, que dieron origen al caballo de raza Alter Real. Esta raza es muy solicitada para la Alta Escuela por sus aires al andar, lo que lo hace un muy buen caballo de silla. En las últimas décadas un grupo de profesionales se dedicaron a seleccionar y perfeccionar al caballo lusitano. Seleccionando sementales y yeguas de Alter, buscando un caballo robusto, atemperado, elástico y de andamientos progresivos, obteniendo un óptimo animal de silla y de toreo. Se conformaron dos líneas de sangre, Andrade y Veiga, y de la cruza de estas dos líneas nacerían magníficos productos Pura Sangre Lusitanos, que han dado sus frutos tanto en el rejoneo como en saltos de obstáculos y en pruebas de Dressage.

 

Conformacion
 

Su alzada a la cruz va desde 150 a 160 cm, son compactos, de cuartos traseros musculosos, patas fuertes y largas, con gran amplitud en el paso, grupa inclinada, cola de inserción baja, pecho ancho, costillas redondeadas, amplia frente, nariz romana, crines y cola abundantes. Los caballos lusitanos presentan gran variedad de colores sólidos, principalmente el tordillo y castaño.

Tradicionalmente se ha destacado por su inteligencia, flexibilidad y nobleza que los hacen adecuados para la monta, el rejoneo y la doma clásica.

 

 

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